jueves, 13 de agosto de 2009




SANTUARIO DE LA VIRGEN BLANCA, UN LUGAR DE MANABÍ LLENO DE TRANQUILIDAD, MISTERIO Y MUCHA FE






- San José de Las Peñas, está a 8 kilómetros de Rocafuerte.
- Uno de los atractivos, es la enorme roca de la que brota agua salada en toda época del año.
- Mucha gente cree que el manantial tiene poderes curativos en enfermedades como gripe y reumatismo.

En busca de un milagro y movidos por la fe, cientos de personas visita año año la gruta de la Virgen Blanca de San José de Las Peñas, la razón, mojarse con el agua del enorme peñasco que según dicen es curativa.

“El agua es milagrosa, tengo años viniendo a este lugar y lo seguiré haciendo porque esa fue la manda que le ofrecí a la virgencita blanca", cuenta Bella Valencia una de las personas que se siente agradecida porque según ella gracias a la Virgen pudo recuperarse de su enfermedad de la columna.

San José de Las Peñas queda a 8 kilómetros de Rocafuerte. Uno de sus atractivos es la enorme roca de 14 metros de altura del que brota agua salada y cubre la imagen de la Virgen de Las Peñas.

Este es otro de los sitios de Manabí marcado de leyendas, entre ellas la historia que cuenta que el peñasco de San José tomó esa forma luego de varios intentos por dinamitarlo, pero que esta misteriosa roca nunca cedió. Desde entonces brota inexplicablemente un manantial natural de agua salada que no deja de gotear en ninguna época del año.

Jorge Loor Cevallos, Presidente Nacional de los Campesinos del Ecuador, habitante de Las Peñas, asegura que el agua que fluye de esta roca sirve para aliviar enfermedades como el reumatismo, la gripe, entre otras.

Un lugar tranquilo, con ramadas típicas que sirven de techo para los puestos de comida que se ubican cada fin de semana, con gente amable y sencilla. Así es San José de Las Peñas, un sitio al que se llega fácilmente y sin pagar un solo centavo. Tiene las características de la belleza natural y el misterio que envuelve a la campiña manabita.

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